lunes, 30 de octubre de 2017

Literatura medieval I. (intro, jarchas, moaxajas, zejel)

Bienvenido a este, mi nuevo apartado de literatura. Antes de empezar quiero aclarar dos cuestiones: por un lado, no soy una experta en el tema, soy una simple estudiante de filología Hispánica; repito ESTUDIANTE. Por otra parte, debido a que los temas tratados en clase son sobre la literatura de la península ibérica, me centraré en la literatura y la situación de estos lares. Pues ahora sí, sin más demora, siéntate y disfruta…

                     




Los límites cronológicos de la edad media no están definidos, pese a que hay varios sucesos que presuntamente marcaron el principio y el final de dicha etapa: en el año 800 se intenta reconstruir el imperio romano, cosa que puede ser el inicio de la edad media, en cuanto a su final, podríamos mencionar la caída de Constantinopla en el año 1453 o la caída del último emperador romano en 1476.

En lo que todos coinciden, es en que la edad media comienza con la desaparición de la cultura antigua y después vuelve a recuperarla.
El término “edad media”  fue definida por intelectuales de la época que se encontraban mentalmente fuera de ella (escritores, filólogos…) entre ellos Francesco Petrarca.

En lo que respecta a la situación de España, estaba dominada por los árabes desde el año 712. En esta etapa histórica también surgen modos lingüísticos nuevos, lo que se conocía como latín vulgar (latín que se hablaba) diventaría en los conocidos romances. Los lugares dominados por los musulmanes tomaban en toda su plenitud el sur de la península y acabaron por abarcar gran parte del centro, lo que se consideró Al- Andalus

Al igual que en la península, en muchos otros lugares en los que el latín era la vía de comunicación (Italia, Francia…) con el paso del tiempo y las deformaciones que naturalmente se iban creando en la lengua terminaron por convertirse en francés, italiano, español… o mejor conocidos como lenguas románicas, romances o románticas.
 
El hecho de que los árabes dominasen la península y se hubieran hecho con ella con una facilidad y rapidez de escándalo se deja entre ver en la literatura. Es importante saber también el largo y arduo proceso de reconquista para de una vez por todas liberar a España de las garras de  los árabes, tarea que se alargaría hasta bien entrado el siglo XV. Para que te hagas una idea de lo larga que fue, te diré que fue un proceso que duró desde el 722 hasta el 1492.


Entorno al año 1100, de la mano de Guillermo IX, se dan muestras de las primeras obras de lírica provenzal (de los árabes).

A estos primeros indicios que he citado se les conoce como Jarchas ¿te suena? ¿sí?¿no? Esta viene a ser un estrofa que viene a ser la parte más importante de la moaxaja el chin – pun que suele ir situado justo al final de la moaxaja; ahora bien, ¿qué es una moaxaja? Pues con moaxaja nos referimos a un poema con ciertas características que próximamente citaré, y que suelen llevar, como ya he dicho una jarcha que expresa su intención, en el interior. Se podría decir que la jarcha es el clímax de la moaxaja.

Lo primero que se compone es la jarcha, es entones cuando el resto, es decir, la moaxaja, toma como referencia la métrica de la jarcha y se adapta a ella. Es importante conocer, que no todas las ellas fueron compuestas por el mismo autor de la moaxaja en la que se encuentran. Muchas veces se da el caso de que se coge prestada una jarcha y se compone la moaxaja a partir de una jarcha ya creada.

La moaxaja en su totalidad está compuesta por cinco estrofas y que a su vez se divide en dos partes. Por un lado, la primera parte tiene rima propia; por el otro, la segunda parte es común a todas las estrofas e incluso conforma la cabeza del poema.

En cuanto al idioma en el que se nos presentan estas obras, debemos recordar que pese a que sean provenzales, no dejaron de ser creadas en España; y no solo eso, sus poetas muchas veces eran hijos de árabes y españoles cuyas leguas madre eran ambas, pese a aceptar que el árabe era la oficial con la que generalmente se comunicarían. Lo que ha quedado claro con los ejemplos que hemos encontrado hasta el momento es en que las moaxajas son escritas en árabe o hebreo clásico, mientras que las jarchas, son escritas en lenguas vulgares, tales como el árabe vulgar o romances.

Métricamente muy cercana a la moaxaja, encontramos el zéjel (zéjel hispano-árabe). Son escritos en árabe vulgar, pero sus jarchas jamás las encontraremos en lengua romance, aunque es muy común encontrar algunas palabras en mozárabe (idioma de las personas rodeadas por árabes, pero aún son fieles al cristianismo).

En lo que estos géneros difieren radicalmente con la  casida “qasïda” (el género poético árabe extenso formado por más de 50 versos). Ésta tan solo admite versos monorrimos en consonante y no agrupados en estrofas, mientras que tanto las moaxajas como el zéjel permiten distintas rimas, incluyendo, por supuesto,  la asonante.
Se discrepa por el hecho de que unas a otras, la lírica provenzal y la galaico portuguesa e influenciaran dando así estructuras muy parecidas y algunas claras similitudes.


Por aquí te dejo una moaxaja, teniendo en cuanta de que es una transcripción modernizada tanto en grafía como en lenguaje hacia el castellano, aunque destaco que siempre fue una moaxaja escrita en romance:


Yo 
con la hermosura, y ellos con lo que elijan. 
Pregunta a mis preocupaciones, ¿se consuelan y aquietan? 
No digo que esté cautivo, mi llanto no es un secreto. 
Si mi cordura eres tú, de nada sirve la cautela. 

¿Dónde 
reside la paciencia?, pues ni a él ni morada poseo. 
No me quejo, de mi sangre serás responsable. 
Tus suaves mejillas vista y boca me llenan. 
Un hermoso paisaje que, cuando se alcanza desaparece. 

Algo 
tengo que decir de esto, y vengarme también. 
Es mi sol y mi luna, cada vez que se oscurece mi tiempo. 
Si fuera dueño de mi alma, nada anhelaría ni sería humillado. 
Por ello y hacia ti me esfuerzo y soy humillado. 

¡Qué 
delicia de mimos! No puedo pasar sin ti. 
Rehén de cualquier hermosura, no de aquel por quien 
/ fuiste designado. 
Todas las deudas se han perdido, de ellas renegaste. 
En tus manos está mi sentencia, ejecútala o que otro la cumpla. 

Declararon 
los sueños: en el amor no hay pecado. 
La edad ni me ha avejentado ni me ha consumido. 
Te has desentendido de mí, ¡qué resta de la juventud entonces! 
Luego cantas para que se cumpla el mensaje: 

Caudalosa 
Llegó la riqueza, mas me acostumbré a apostar al azar.



Bibliografía:












4 comentarios:

  1. ¡Hola! Me dijiste en un comentario en mi blog que eras filóloga y no lo sabía y ahora me encuentro con esta pedazo de entrada tan genial. Me ha dado muchos recuerdos de cuando estaba haciendo la carrera porque en especial la literatura medieval me encanta. Por cierto, ese libro de Deyermond que nombras como referencia es la caña, es uno de mis favoritismos para la EM y sus estudios sobre La celestina son <3
    ¡Un beso! Espero seguir viendo este tipo de entradas.

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    1. Filóloga aún no, pero espero que como tú, algún día logre serlo. La verdad es que la literatura hispánica medieval es apasionante y no es tan conocida como lo pueden ser las etapas anteriores. Es cierto que el libro de Deyermond es brutal (y eso que he leído muchos otros libros sobre el tema o la crítica de la literatura medieval). No he tenido el placer de hacerme con sus estudios sobre La Celestina, pero me la apunto.
      ¡No dudes que habrán más entradas como esta! Un besazo :*

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  2. Soy de letras puras y estando matriculada ya en la universidad de Madrid, vamos con plaza cuando fui a pagar tasas me dió un échate para atrás que finalmente me volví a mi casa y dije mejor oposito, de lo que nunca me he arrepentido.
    Pero vamos porque ahora puedo estudiar lo que quiera teniendo un trabajo fijo. No me decanto por esta carrera porque ya voy por la segunda, pero reconozco que es mi espinita clavada. Y más cuando veo cosillas o entradas como estás.
    Serás una buena filóloga.
    B7s
    Ali - Entrelibrosycoletas

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    1. Estoy segura de que esta carrera te encantaría, y si te gusta leer más; porque básicamente nos pasamos media vida leyendo. Espero llegar a ser una buena filóloga, muchas gracias. La verdad es que yo he ido a la universidad de cabeza, sin replantearme hacer nada distinto porque tenía claro que quería hacer la carrera y no voy a mentir, es casi como que vas de cabeza con todo el mundo: hacer selectividad, matricularte en la carrera... va todo junto, pero me alegro de encontrarme con alguien que no se dejó llevar como todos.
      ¡Un besazo!

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