Reseña: Todo Todo

     Título: Todo Todo

     Autora: Nicola Yoon

     Páginas: 311

     Editorial: SM

     Precio:14.50 euros

Sinopsis:

Madeline Whittier es alérgica al mundo exterior. Tan alérgica, de hecho, que no ha salido de su casa en 17 años. Aún así, su vida transcurre feliz y tranquila hasta que el chico de ojos azules como el Atlántico se muda a la casa de al lado. El flechazo surge por mensajería instantánea y va creciendo y complicándose a través de un sinfín de conversaciones, anhelos, viñetas, senaciones, ilustraciones, sueños... Y es que resulta difícil volver a la rutina de siempre con todos los ruidos que llegan de fuera. De repente, Maddy es consciente del cotilleo de los pájaros y de los rayos de sol que se cuelan por sus contraventanas. Y cuanto más trata de separarse del mundo exterior, más empeñado parece en entrar... ¿Qué tendrá Olly que lo hace tan impredecible? ¿Y tan... especial? ¿Qué tendrá Olly para hacer que la realidad de Madeline se tambalee?

Opinión:

Es conocida la enfermada que sufre Maddy, pero cabe recalcar que las personas como ella, como bien explica la sinopsis, no pueden siquiera salir de casa o de los cuartos perfectamente desinfectados; es más, las personas que quieren entrar en la casa se tienen que someter a una limpieza a fondo antes. La vida de Maddie está en peligro.

Es apasionante ver la calma con la que nuestra protagonista se enfrenta a su enfermedad y a su día a día. Como escribe en su diario, como acepta su condición. El personaje de Maddie es tierno y sencillo.

Todo esto cambia hasta que se muda una familia al lado de donde la chica vive. La familia está compuesta por los padres y dos hijos. La hermana pasa más desapercibida para la muchacha, que sin más que hacer se dedica a mirar por la ventana. En cambio, Maddie presta mucha atención al chico y va apuntando poco a poco sus rutinas.

Me encantan las reflexiones que se hacen en el libro; dan otro punto de vista y te dejan ganas de seguir reflexionando por tu propia cuenta.

Siguiendo con la historia, llega el grandioso momento en el que este chico, llamado Olly, se fija que siempre hay una chica asomada desde la ventana de una casa. Serán pocas las ganas y muchos los intentos que tendrán estos dos jóvenes por contactar.

Sin duda una historia súper tierna, fácil de leer y que te dejará con ganas de más. La edición es preciosa y además en su interior encontraréis unas preciosas ilustraciones que van que ni pintadas a la historias; estas están dibujadas por el mismísimo marido de la escritora: David Yoon.

Esta novela no se merece menos que un 5/5 por la manera que tiene de atrapar, porque es una lectura fresca y ligera, que te deja con ganas de más y que te deja un poco blandito